Retos de las nuevas tecnologías en la educación.
En el presente texto intentaré resolver, aunque no de manera secuencial, tres cuestionamientos sobre las lecturas del módulo dos de la asignatura “Integración de la tecnología en ambientes de aprendizaje”, dichos interrogantes son:
- ¿Cómo ha evolucionado la tecnología y cuáles han sido sus efectos en las organizaciones?- ¿A qué se refiere el aprendizaje combinado?- ¿Por qué es importante considerar los estilos de aprendizaje en los ambientes de aprendizaje que utilizan tecnología?
Comencemos…
Nos ha correspondido vivir en la generación de los grandes cambios y podemos afirmar, sin lugar a equivocarnos, que la única constante en este momento en el mundo es el cambio.
Es cierto, todo cambia a pasos agigantados y lo que ayer nos parecía imposible hoy es la norma, lo común, lo corriente. Con un ingrediente adicional y es que los cambios son cada vez más acelerados, especialmente en el campo de la ciencia y la tecnología. Lo que hoy nos maravilla, mañana puede ser objeto de risa por su obsolescencia. Pero ¿Qué entendemos por tecnología?, El origen etimológico de la palabra está en las voces griegas techné (arte o destreza), y logos (conocimiento). En su dimensión actual, el diccionario de la Real Academia Española (RAE) entiende por tecnología al “conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico” (Baelo Álvarez, 2008), además, hoy en perspectiva, podemos decir que la tecnología es una característica propia del ser humano consistente en la capacidad de éste para construir, a partir de ciertos elementos básicos, una gran variedad de objetos, máquinas y herramientas, así como el desarrollo y perfección en el modo de fabricarlos y emplearlos con vistas a modificar favorablemente el entorno o conseguir una vida más segura, es decir, la tecnología sería un elemento de paso, un engranaje, que nos permite utilizar la ciencia y los conocimientos científicos para mejorar los procesos y las prácticas cotidianas.
Es un hecho que la humanidad, desde sus orígenes, ha venido en un cambio constante. Parece que la razón de su ser y de su existir es cambiar. Ya lo proclamaba el sabio filosofo griego Heráclito cuando afirmaba: “todo pasa, nadie se baña dos veces en el mismo río.”
Por lo tanto, lo novedoso no es hablar de cambios, sino de lo vertiginoso y acelerado en el ritmo de los cambios, en todos los campos y dimensiones del ser humano.
En el campo de conocimiento
Para tener una idea más o menos aproximada sobre la velocidad del cambio, en el terreno del conocimiento, pensemos en estas cifras: del año uno de nuestra era, es decir, a partir de Cristo, el conocimiento humano tardó 1.750 años (inicios de la revolución industrial), para duplicarse. Entre 1.750 y 1.900 hubo otro periodo de grandes descubrimientos, luego este conocimiento se duplicó entre 1.900 y 1.950, tardando solo 50 años para lograrlo. Entre 1.950 y 1.960, se duplicó de nuevo. Luego de 1.960 a 1.965 se duplicó una vez más y parece que cada día el conocimiento se está duplicando en periodos de tiempo cada vez más cortos (Páez, 2004).
Lo anterior quiere decir que vivimos una época de cambio permanente y acelerado que impone nuevas actitudes y estrategias en la formación y educación de los individuos. Aunque el ser humano, aparentemente sea el mismo y continúe en el mismo sitio, las cosas cambian a un ritmo presuroso, dejando atrás demasiadas estructuras, técnicas y conceptos, como por ejemplo, el término nuevas tecnologías, resaltado en uno de los textos de la unidad 4, que como los autores indican, es tan ambiguo que “o bien no significa nada, o significa todo, o significa el último aparato que aparece en el mercado” (Baelo, 2008).
En el campo de la tecnología
Como vemos es impresionante la reducción de intervalos de tiempo entre un descubrimiento científico y su aplicación práctica y comercial. Por ejemplo, para pasar de la invención científica de la fotografía a su aplicación y explotación comercial, se necesitaron 112 años; para el motor eléctrico 65 años; para el teléfono 56; para la radio 35; para el tubo de rayos X 18; 15 para el radar; 12 para la televisión; 10 para el reactor nuclear; 6 para la bomba atómica; 3 años para el transistor (Fauré, 1.973), hoy se realiza un descubrimiento y casi inmediatamente se comercializa.
Retos para la educación
Observamos entonces que con el avance de la tecnología, de los computadores, de la informática y del internet, los procesos educativos se han visto forzados a variar hacia procesos centrados en el ser humano como totalidad (formación integral que combina al homo sapiens con el homo videns), es desde esta perspectiva que se hacen pertinentes las propuestas de un “sistema de tutoría inteligente con la capacidad de adaptarse a los diferentes estilos de aprendizaje.” (Peña, 2002) y el sistema de “blended learning”, ambos sistemas, basados en las investigaciones de diversos teóricos como Piaget, Vigotsky, Brunner, Kemp y Smellie, exploran las diversas didácticas, estrategias, técnicas y tecnologías necesarias para lograr que los educandos se conviertan en protagonistas de su aprendizaje, con un ritmo y un tiempo propio, y de una forma integral unificando los distintos tipos de conocimientos, en un mismo acto educativo ( proceso denominado “convergencia de saberes” )
Profundizando en el Aprendizaje híbrido o combinado (Blended learning)
Frente a los fenómenos de individualización y de avance, y posicionamiento de las tecnologías tan característica de esta llamada tercera modernidad, era postindustrial, postmodernidad o era de la información (Castells, 2005), tan ampliamente estudiada por diversos sectores de la filosofía, las ciencias sociales y círculos de pensamiento como la Escuela francesa de Sociología Urbana; aparecen novedosas propuestas como el ya mencionado B-Learning, cuyo interés general se centra en explorar las ventajas de las nuevas tecnologías al servicio de la comunicación y la educación, de la mano con los tradicionales beneficios que ofrece un tutor (profesor, maestro, docente), acompañante en los procesos formativos de los educandos.
Sorprende el hecho de que estás nuevas teorías (hibridas entre lo presencial y lo virtual), estén soportadas por algunas de las técnicas y tecnologías más tradicionales y frecuentemente más utilizadas en el aula (Tomei 2003). Como por ejemplo:
• Conductismo: multimedia de ejercitación y práctica, presentaciones visuales con
continuo feed-back
• Cognitivismo: presentaciones de información, software que ayuda al estudiante
a explorar, web.
• Humanismo: atención a diferencias individuales y destrezas para el trabajo
colaborativo. (Bartolomé, 2004)
Este último aspecto, nos lleva a pensar que el reto más grande de la educación hoy, consiste no sólo en aprender a utilizar la tecnología sin desvirtuar o menospreciar la figura y la labor del docente, sino además en aprender a manejar las estructuras básicas bajo las cuales hay que darle significado a los hechos educativos, tanto desde el punto de vista individual como colectivo, empezando por el núcleo de la sociedad: la familia. En este contexto, ningún conocimiento o técnica será absoluto o definitivo, ya que ante todo lo que el mundo requiere es un cambio actitudinal y una mente positiva tanto de docentes como de estudiantes frente a la vida, la realidad y las potencialidades del ser humano.
Referencias
Bartolome, Antonio (2001). Universidades en la Red. ¿Universidad
presencial o virtual? En Crítica, LII (num. 896) pp. 34-38.
http://www.lmi.ub.es/personal/bartolome/articuloshtml/bartolomeSPcritica02.pdf
Baelo Álvarez, Roberto y Cantón Mayo, Isabel (2008) Las tecnologías de la información y la comunicación en la educación superior. Estudio descriptivo y de revisión.
Castells, Manuel (2005) La era de la información: Economía, sociedad y cultura. Alianza Editorial. 3 Edición.
Fukuyama, Francis. "El fin de la historia". Editorial planeta. Buenos Aires. 1993.
Jauregui, María de los Ángeles. Las revoluciones tecnológicas. Rescatado de: http://portal.educ.ar/capacitacion/trabajos_pdf/trabajos_comunicacion/destacadocomunicacion7.pdf
Kemp, Jerrold E. Y Smellie, Don C. (1989). Planning, Producing and
Using Instructional Media. New York: Harper & Row.
Salinas, J. (1.998): Redes y educación: Tendencias en educación flexible y a distancia. En Pérez, R. y otros: Educación y tecnologías de la educación. II Congreso Internacional de Comunicación, tecnología y educación. Oviedo. 141 - 151.
Sánchez Valiente, Manuel. Introducción a la tecnología. Rescatado de: http://platea.pntic.mec.es/~msanch2/tecnoweb/introduc.htm
Tomei, Lawrence A. (2003). Challenges of Teaching with Technology Across the Curriculum: issues and Solutions. London: Information Science Puyblishin.
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